caminando por la playa de Ayampe, vimos un perro, no, no era un perro, era una foca, que admiraba a los surfistas, luego de un tiempo mirandolos se lanzo a dominar las bravas olas ayampeñas, si, era una foca surfista.
tres atardeceres desde la ventana del depto, tres días distintos un mismo final, colores cargados de sensaciones que saben a un final proximo en Quito.
En las catacumbas de la Basílica del Voto Nacional, también llamada Catedral Consagración de Jesús, yacen miles de ellos, esperando, a que el día llegue.